Saúl está situado en la tercera etapa de los Jueces, en el año 1030 a. C
Fue el primer rey de Israel, hijo de Cis y miembro de la tribu de Benjamín. Era de elevada estatura: "de hombros arriba sobrepasaba a cualquiera del pueblo". Desde hacía tiempo Israel quería tener rey; finalmente lo exigió. Pidieron a Samuel que nombrara rey. Dios reveló a Samuel que un hombre llamado Saúl llegaría a buscarlo, y que ese era el elegido por Dios para rey. Todo marchó bien hasta que la obstinación de Saúl lo llevó al pecado. Dios ordenó a Saúl invadir a Amalec y destruir "todo lo que tiene". Pero Saúl no destruyó del todo el país. En efecto, su ejército se trajo consigo ganado y al rey; pretextaban que el ganado era para sacrificios y para el rey exhibirlo. Es posible que un hombre cuente con la bendición de Dios y camine con Dios, y no llegue sin embargo a la meta señalada. Aunque elegido por Dios, Saúl cayó por su terquedad y pecado. Se suicidó después de consultar a la bruja de Endor. Al fin de sus días Saúl reconoció: "He hecho neciamente".
Al morir Saúl, el pueblo de Israel necesitaba un nuevo rey, fuerte para la guerra y de corazón noble y resto para obedecer los mandatos del Señor. Como David había sido ungido por Samuel, ancianos de todas las tribus fueron a buscar a David y le coronaron el rey de todo Israel.
David es figura de Jesucristo rey y Mesías nacido también en Belén. A Jesucristo le llaman los evangelios <Hijo de David> por ser de la genealogía de David.
Maryann Ladrón de Guevara
María Rodriguez Romero
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